La última medición de inflación publicada por el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) a la fecha de escritura de este post es la correspondiente al mes de Febrero 2019. De acuerdo a datos relevados por el BCRA (Banco Central de la República Argentina) los analistas esperaban que el aumento de precios para ese mes se ubicara en un 3,5%; sin embargo, el INDEC informó que la variación se ubicó en un 3,8%, sembrando pesimismo respecto a lo que puede acontecer en los meses venideros. Así, la inflación acumulada para el año 2019 se ubica en 6,8%, luego de transcurridos dos meses. Si se proyecta la evolución de precios tomando como referencia los datos de Enero y Febrero, nos encontramos que el valor para el año en curso se ubicaría en 48%. Las estimaciones de los analistas para todo el año 2019 se encuentran en un rango que va de 29% a 43%, con un promedio de 36%. Según fuentes de mercado y aún en la visión del propio BCRA, se espera que la inflación para el mes de Marzo 2019 se encuentre en valores similares a la de Febrero 2019 o aún mayor, y la de Abril 2019, luego de conocidos los aumentos de precios de combustibles, servicios públicos y medicina prepaga, difícilmente pueda ubicarse por debajo del 3%. Es de esperar que esta tendencia de una inflación mensual se extienda hasta el mes de Junio 2019 y a partir de ese momento se vuelvan a observar datos mensuales del orden del 2%, siempre que no se observen disrupciones en el mercado cambiario.
Con el panorama descripto, cobran relevancia aquellas inversiones que puedan permitir al inversor capitalizar estos efectos inflacionarios a su favor, permitiendo resguardar sus ahorros de la pérdida del poder adquisitivo. En este sentido, los bonos ajustables por inflación son un vehículo óptimo para alcanzar este objetivo. En los párrafos siguientes buscaremos analizar cómo funcionan estos bonos en la práctica y cuál es la oferta que ofrece el mercado al día de hoy.
Los bonos ajustables por inflación tuvieron su aparición reciente en el mercado argentino luego de la reestructuración de deuda llevada a cabo en el año 2003, bajo la presidencia de Nestor Kirchner. En dicha oportunidad, se ofrecieron a los inversores con títulos de deuda soberanos en default, un menú de bonos con o sin descuento sobre el capital original invertido que verían reexpresado su capital a lo largo del tiempo en base a la inflación de la Argentina. Estas series emitidas en pesos durante el mes de Diciembre 2003, fueron conocidas con el nombre de Discount, Par y Cuasipar, y presentan diferentes vencimientos de largo plazo a saber: 12/2033, 12/2038 y 12/2045, respectivamente. En principio, estas nuevas emisiones fueron pensadas para inversores institucionales que aceptaran una reducción de sus deudas o de lo contrario, aplazar en el tiempo el cobro de sus acreencias originales. Luego las mismas comenzaron a cotizar en el mercado y al día de hoy pueden ser adquiridas por cualquier inversor.
Esta clase de bonos suelen presentan un cupón de interés fijo que se abonará sobre el capital ajustado por inflación en el período correspondiente. Para dar un ejemplo de la dinámica de capitalización y pago de estas obligaciones, tomemos el siguiente ejemplo.
Tomaremos como ejemplo un título público emitido con un plazo de vencimiento de 1 año. El capital del mismo será devuelto al vencimiento y abonará trimestralmente un cupón de interés del 2,5% anual. Se estima que la inflación para el plazo de vida será igual a 4%. El importe a invertir es de $ 1.000.- En el cuadro que se presente a continuación puede observarse los pagos que se recibirán por la inversión realizada:
En la Argentina, los títulos ajustables por inflación se rigen por el denominado “Coeficiente de Estabilización de Referencia” (CER). Este indicador que nació con la pesificación de las deudas en el año 2002, es confeccionado por el BCRA, el cual informa valores diarios tomando en consideración la variación de precios. Actualmente en el mercado se puede acceder a una variada canasta de bonos ajustables con diferentes plazos de vencimiento que van desde algunos meses hasta los más largos como los citados anteriormente.
La cobertura frente a la inflación que brindan los bonos ajustables reviste una gran importancia porque todos los inversores y consumidores están expuestos a la inflación, y deberían incorporar alguna medida de protección frente a la inflación a su cartera. Puesto que las clases de activos tradicionales como las acciones y los bonos sin cláusulas de ajuste pueden verse perjudicadas por periodos de inflación persistente, los activos detallados, gracias a su indexación explícita a las fluctuaciones en la inflación, son una forma efectiva de incorporar rentabilidad real a la cartera de inversión.