A partir de septiembre, luego de la estampida post- PASO con caídas cercanas al 35-40% en dólares en sus precios, la curva de bonos empezó a recuperar valor con subas de hasta 20% desde sus mínimos. Que hayan subido cerca de 20% no implica que les falte la mitad para recuperar ese 40% de caída luego de las elecciones primarias. Esto se debe a que el porcentaje de caída fue mayor y sobre una base más grande, entonces para volver a lograr ese precio previo a las elecciones, los bonos deberían tener una nueva suba del orden del 55%.
El tamaño de la deuda argentina, la incertidumbre política-económica, el reperfilamiento y el desconocimiento sobre como lograría encarar el posible nuevo gobierno el tema de la deuda formaron un cocktail explosivo que dinamitó el precio de los bonos durante la segunda mitad de agosto.
Por otro lado, nuevas declaraciones del candidato (y virtual presidente) del Frente de Todos, Alberto Fernández, pronunciándose a favor de una reestructuración de deuda sin quita de capital y la demanda de bonos para realizar el rulo lograron que los bonos tengan esa recuperación mencionada anteriormente. También, existieron hedge funds o fondos de inversión que vieron valor en los títulos argentinos que se encontraban con los precios por el piso. El combo de estos factores ayudó no sólo a que el Riesgo País baje de los 2.000 puntos, sino que también a que los bonos coticen a una paridad más alta (entendemos como paridad al cociente entre precio del bono y valor nominal de 100 USD) cercana al 45/50% saliendo de paridades del orden del 30-35% que representaban paridades con alto grado de probabilidad de default.
Con toda esta información habría que evaluar si igualmente es conveniente comprar títulos de deuda argentinos. En primer lugar, todavía no hay un política clara y concisa sobre cómo se terminará realizando la reestructuración. Además, en nuestro país el riesgo es muy elevado debido a que en cualquier momento algún candidato a presidente podría llegar a salir a decir algo no conveniente (para el mercado) desde el punto de vista económico generando más pérdidas en los precios. En cuanto al contexto internacional, la constante guerra comercial entre EEUU y China junto a la polémica del Brexit son factores que por más que se encuentran a más de 10.000 kms de distancia de nuestro territorio repercuten en nuestros mercados.
En conclusión, me parece que no sería prudente considerar esta recuperación de los bonos como una nueva senda triunfalista y alcista generando retornos positivos a aquellos inversores que estén dispuestos a comprarlos. El panorama actual se podría definir mejor como un wait and see esperando a que sucedan las elecciones y el nuevo gobierno defina su plan económico y así poder tener una mejor perspectiva de cara a que pueda suceder con la deuda local.