¿Quién no quisiera que su sueldo, su ingreso como profesional independiente o como emprendedor se estire, se agrande como combo de Mc Donalds, en vez de achicarse frente al avance de la inflación?
¿Sabias que valiéndote de los instrumentos financieros adecuados podés lograr ese objetivo?
Los Fondos Comunes de Inversión (FCI) denominados de Money Market o Fondos de Dinero son ideales para que los ingresos “trabajen” y no queden dormidos en una cuenta sueldo hasta que llegue el momento de usarlos. Un ejemplo típico es el dinero que mantenemos inmovilizado para pagar la tarjeta de crédito. Suele pasar que el vencimiento no opera hasta mediados del mes, y esos 15/20 días nos perdemos de obtener un rendimiento.
“Nuestro Fondo Allaria Ahorro es ideal para colocar los excedentes de liquidez a corto plazo. Es un fondo de bajísimo riesgo, es muy conservador y su evolución nunca puede ser negativa”, explica Tomás Rebagliati, head portfolio manager de Allaria Ledesma Fondos.
El Allaria Ahorro es un FCI de los que en el mercado se conocen como T+0. ¿Qué quiere decir esto? Que el dinero invertido se puede rescatar en cualquier momento y la acreditación de los fondos en la cuenta del inversor es inmediata.
Cuando analizamos FCI la “T” corresponde a “Tiempo” y el numero que está detrás al plazo de liquidación del rescate. En el caso de los money market el “0” equivale a la disponibilidad inmediata del dinero. Otros tipos de FCI pueden ser, por ejemplo, T+1. Eso significará que debemos esperar 24hs para ver los fondos rescatados en nuestra cuenta.
Este fondo de money market -como todos los de la familia de FCI de Allaria- se puede suscribir a través de WINA y no tiene un plazo mínimo de permanencia. Se puede invertir hoy y salir mañana, sin inconvenientes. Se puede ingresar desde un mínimo de $1000 y al momento de rescatar, es decir de desarmar la inversión, retirar el total de lo invertido o solo una porción. El resto seguirá generando rendimientos.
Los FCI de este segmento, que son los más conservadores del mercado, mantienen una estrategia de inversión casi libre de riesgo: cuentas remuneradas de bancos, plazos fijos y cauciones. Esto le da al inversor la tranquilidad que el valor de su inversión, el valor de la cuotaparte, nunca será negativo.
Su rendimiento es algo menor al que obtendríamos con un plazo fijo pero con la gran ventaja de poder retirar el dinero en cualquier momento, sin tener que esperar al vencimiento.
Finalmente, usar FCI para mantener invertido el dinero que no vamos a usar en los próximos días tiene otra ventaja adicional. Nos ayuda a organizar nuestras finanzas personales, a ser más eficientes en el gasto y evitar “tentaciones” fuera de presupuesto.
Si el dinero está en la cuenta sueldo, a la mano o a un deslizar de tarjeta de debito, es más probable que terminemos gastando demás en compras no racionales. En cambio, el hecho de tener que sacarlo del lugar donde está invertido, nos obliga a tomar una decisión en frio. No impulsiva.