La contienda electoral que vivirá la Argentina en el año en curso será uno de los principales catalizadores de los precios de la deuda del país. A continuación trazamos una perspectiva del rendimiento con el que podría alzarse un inversor a través de uno de los principales bonos de la Argentina.
El año 2008 fue particularmente negativo para la Argentina. Una combinación de mala praxis interna y debilidades macroeconómicas de larga data, junto con un frente externo no favorable para mercados emergentes, culminaron con una severa caída de la actividad económica y un abrupto cierre de las fuentes de financiamiento,gatillando una corrida cambiaria de magnitud y la solicitud de asistencia al Fondo Monetario Internacional (FMI) como última alternativa para lograr una transición ordenada.
El deterioro de las condiciones descriptas anteriormente produjeron un abrupto ascenso de la prima de riesgo país argentino, la cual había comenzado el año 2018 en un valor de 351 puntos básicos y finalizó el mismo en un valor de 817 puntos básicos; un incremento del costo del financiamiento del país de casi 5%. Para poner en perspectiva esta situación, podemos observar el caso de dos países vecinos como son Brasil y Uruguay quienes vieron aumentar su prima de riesgo en 36 y 61 puntos básicos, respectivamente. Así, la brecha que separaba a Argentina de los otros dos países citados paso de ubicarse de un nivel de 158 puntos básicos a uno de 575 puntos básicos.
El gobierno nacional, tomando nota de lo acontecido y sabiendo que dicho tensionamiento de las condiciones financieras actuaría como limitante a sus expectativas de reelección, ha puesto en práctica una serie de medidas buscando atacar las fuentes de inestabilidad de la economía argentina. Entre los aspectos más destacados comprendidos en el acuerdo firmado con el FMI se encuentra la implementación de un plan monetario por parte del BCRA, que busca reducir la volatilidad del peso argentino y una paulatina reducción de la inercia inflacionaria, sumado a la búsqueda del equilibrio fiscal por parte del gobierno nacional y las provincias en su conjunto, permitiendo reducir las necesidades de financiamiento.
Comenzado el presente año, y con solo un mes transcurrido, se observó una importante mejora en el humor de los inversores a nivel mundial, permitiendo que los flujos de inversión regresaran a los mercados periféricos, produciendo una importante recomposición en los precios de la deuda emergente. Este auspicioso comienzo del año también fue capitalizado por la Argentina, quien vio descender su prima de riesgo hasta los 685 puntos básicos actuales.
Ponderando un escenario en el cual durante el año 2019 el gobierno continúe mostrando avances en el entorno fiscal y una paulatina mejora en los indicadores macroeconómicos, y asimismo, las chances de lograr una reelección comiencen a materializarse de una manera más concreta, ofrecemos nuestra visión sobre cuál podría ser el retorno al que accediera un inversor de posicionarse en títulos de deuda argentina. Más precisamente hemos tomado como bono testigo al Bono de la Nac. Argentina con vencimiento en el año 2024. Este bono, cuya sigla de negociación es AY24 y puede ser adquirido tanto en pesos como en dólares, presenta su vencimiento final dentro del mandato del próximo presidente. La ventaja que presenta este título es que su capital es devuelto al inversor en seis cuotas anuales del 16,66% cada una pagaderas en mayo de cada año, comenzando en el 2019. Es decir, la primera cuota de amortización será abonada en Mayo de este mismo año. Asimismo, presenta un cupón de renta del 8,75% pagadero semestralmente sobre el capital adeudado. El inversor recibirá el flujo en dólares estadounidenses, lo que lo convierte en una protección perfecta ante devaluaciones del peso argentino.
Dicho bono se encuentra ofreciendo actualmente un rendimiento cercano al 10,5% en dólares. De producirse de aquí a fin de año una convergencia nuevamente a los valores de riesgo país observados a comienzos del año 2018 que permita cerrar la brecha con nuestros vecinos, o al menos volver a reducir la misma, esperamos que los inversores puedan beneficiarse de retornos durante el año 2019 que van desde un 10% a un 14% directo y en dólares. Este supuesto considera que el flujo cobrado sea reinvertido a una tasa del 4,5% (la que hoy ofrece una Letra del Tesoro en US$) hasta el 31/12/2019.
Consideramos que los rendimientos ofrecidos por los bonos soberanos en dólares presentan una relación riesgo retorno atractiva, en especial el título analizado. No obstante, todo inversor debe saber que la dinámica electoral interna podrá producir por momentos un aumento de la volatilidad haciendo que el camino planteado no sea perfectamente lineal.
Lo invitamos a contactarse con el equipo de WINA quien lo ayudará a conformar el portafolio de inversión que mejor se adapte a su perfil de riesgo.