Por enésima vez, el mercado apuesta a que la guerra comercial entre EUA y China llegue a su fin. Además, un repentino cambio de parecer con respecto al devenir de la economía global (vislumbrando ahora una lenta mejora para adelante),generó la suba de los activos de riesgo (el S&P alcanzó un nuevo máximo) y la caída de activos refugio como el oro y los bonos soberanos de las principales potencias (las curvas volvieron a empinarse). Con todo esto, la Reserva Federal de EUA no tiene incentivos para seguir bajando su tasa de referencia en el corto plazo al menos.
Mientras América Latina se incendia (literalmente, tanto el Amazonas como varias de sus capitales), en la Argentina se puso fin a un interminable calendario electoral, cuya longitud sólo generó caídas en el PBI. El partido Cambiemos logró una elección mejor a la esperada, achicando su diferencia con el Frente de Todos con respecto a las primarias (a 8 puntos), si bien el candidato Fernandez ganó en primera vuelta, como se esperaba, con el 48% de los votos. La coalición ganadora tendrá quorum propio en el Senado, pero en la Cámara de Diputados no lo alcanzaron, ya que Cambiemos fue el único partido que ganó bancas.
Luego de las elecciones, el BCRA incrementó las restricciones de compra sobre el mercado cambiario (por lo que ahora pasó a ser comprador de divisas) y empezó a achicar el stock de Leliqs, quitándole demanda a estas letras via la baja de tasas (a 63% anual) y dejando de remunerar los encajes de cuentas a la vista. Por el momento la brecha cambiaria se mantiene estable en torno al 30%, lo que evidencia el fuerte grado de dolarización que habían realizado los agentes económicos, previo a las elecciones. La mayor cantidad de pesos por ahora se refleja solamente en una baja de las tasas de corto plazo
Luego del reperfilamiento de las letras, que decretó la muerte de dichos instrumentos, es necesario que se recree una nueva curva de pesos que permita canalizar el ahorro y los excedentes de los inversores locales. Para esto, es necesario que se encare cuanto antes el tema de la reestructuración de la deuda (al menos la ley local), y que el presidente electo Fernández empiece a dar mayor certidumbre con respecto a cómo piensa encarar su gobierno, más allá de alguna frase suelta que cada tanto deja entrever a los medios. Se viene diciembre y los gastos del Estado aumentan, se precisa que la demanda de dinero deje de caer.
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